lunes, 7 de diciembre de 2009

Antártida, día 18

Mar congelado regresando al N

5 de enero, Vernadsky – Isla Booth

Amaneció nublado. Desde la base el mar se ve calmo. El barómetro está en ascenso. Ahora, a las 10:44 a.m. marca 978 MB. Desayuno en la cocina, tomo mate bajo la mirada atenta del patriarca y del presidente de Ucrania. Todavía no hay nadie.

Desayuno bajo la atenta mirada del muy serio presidente ucraniano y del patriarca de la iglesia ortodoxa.

Mi compañero trabaja en una entrevista con el meteorólogo de la base. Luego me contará que toda la información está online con Londres. Vernadsky es una antigua base que Gran Bretaña cedió a Ucrania, país que luego de la implosión de la URSS no tenía presencia antártica. Sin embargo, el flujo de información científica hacia Londres no se cortó. Probablemente sea parte del convenio de cesión.
El cocinero de la base nos ofrece pan y comida para llevarnos. Nos abruma tanta cortesía. Aceptamos lo mínimo. No tenemos espacio en nuestros kayaks, donde la comida no falta. Se sorprende de que no pesquemos para alimentarnos; casi no lo puede concebir. Nos nuestra un típico ejemplar de Notothenia que él mismo pescó. Intenta explicarnos como cocinarlo y nos ofrece implementos de pesca.

Cortesía para el viaje

La Base está.

Nos gustaría compartir más tiempo con nuestros nuevos amigos, pero nuestro tiempo no es infinito y no queremos abusar de la hospitalidad. Nuestras fuerzas interiores son contradictorias. La base es agradable y cálida, el afuera hostil; lunar, pero nuestra pulsión por navegar es irrefrenable.

Bastante nieve por ser enero

Tropicalísimo

¿A cuánto queda Odessa?

Somos todos los que estamos

¿Duvet o t-shirt?

Nos embarcamos antes del mediodía con rumbo N. Primero intentamos avanzar por la costa E de las Argentines (habíamos entrado por el W), pero el hielo no nos deja avanzar. Otra vez el mar se encuentra completamente cerrado por la banquisa. Imagino que si se programa una expedición hacia el sur de Vernadsky habría que hacerlo con el verano más avanzado para no ser víctimas de la aleatoriedad del hielo.

La bahía de la Base

Regresamos y desandamos la costa W de la isla Galíndez. Otra vez enfrentamos el escarceo de la marejada oceánica, con grandes olas que vienen del W. Cruzamos, esta vez de regreso, el pasaje French hacia Peterman, isla que dejamos por estribor. Ahora la navegamos por su costa W.

W de Peterman

Seguimos también por el W de la Hovgaard. Toda esta zona se encuentra al relativo reparo de dos grandes archipiélagos de pequeñas islas: las Vedel y, un poco más al norte, las Dannebrog. Reparados por estos archipiélagos entramos en una zona de mucha calma. La falta de movimiento del agua permite que el mar permanezca completamente congelado en algunos sectores.

Por suerte traigo el protector solar

Hacia el NE vemos las grandes montañas de la Booth, que ya conocemos bien. Esta isla flanquea (y forma) al Lemaire. Alrededor de las 18:30 desembarcamos en la pequeña península que se desprende hacia el W de la Booth. Por las buenas condiciones meteorológicas desandamos en un día la latitud que “a la ida” nos demandó dos. En la bahía en cuya costa nos encontramos escuchamos la respiración de una ballena, a la que finalmente divisamos a lo lejos. Parece ser una jorobada. Poco antes habíamos filmado una foca leopardo sobre un témpano. ¿Dónde si no?

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