sábado, 21 de noviembre de 2009

Antártida, día 13

Única salida del día. Apenas me asomé a tomar esta fotografía y la que cierra el post.

31 de diciembre de 2008, Splintwind Island

Pasamos el día dentro de la carpa en Splintwind. Se suman dos factores: El efecto psicológico del frío y la agotadora navegación del día anterior y, principalmente, el pico de dolor de mi costilla fisurada, que amenaza con amargarme el viaje. Por momentos pensar que todavía restan dos meses de expedición me parece tenebroso. Tengo algunos pensamientos oscuros. Por ejemplo, que cuando pongo las manos en el agua por unos segundos enseguida comienza el dolor por el frío. Creo que en caso de rolido y quedar fuera del kayak sería bastante complicado, sino imposible, reabordar.

Me pongo un poco triste por no poder comunicarme con Susana. Alrededor de las 5 de la tarde me preparo unas pastas. Los mensajes de apoyo que recibimos por el satelital son un gran aliciente. A las 20, con viento y mucho, mucho frío afuera, me tomo un rivotril que saqué del botiquín de casa por si no podía dormir en el barco. En este momento solo quiero dormir. Me despierto a las 8 a.m. del día siguiente. Paso año nuevo durmiendo. No fue el mejor fin para un año tan bueno como 2008 fue para mi.
(Nota del 21/11/2009: visto en perspectiva fue una buena manera de terminar ese año).

No hay comentarios:

Publicar un comentario